Hoy me he levantado un poquito tarde así que he reenganchado el tour particular de Marcos con Javi (un amigo suyo que vive aquí) a algo más de media mañana en la esquina del Big Ben tras dar una vuelta por mi cuenta por Trafalgar square y Whitehall st. Algún día tendré que volver con más calma y tiempo para echar una ojeada al National gallery y su hermano pequeño el National potrait gallery y para ver Downing st., donde vive el Primer ministro inglés, que he pasado justo al lado y ni me he enterado...
Después de un par de intentos fallidos de entrar al parlamento para ver las cámaras de debate y todo el lío que se cuece ahí dentro nos hemos dado un paseo hasta Buckingham Palace viendo de pasada la Abadía de Westminster y pasando por St. James's park, en el que dicen que están los cisnes de la reina, de hecho todos los cisnes del Reino Unido son propiedad de la Queen, pero por lo visto les han dado unos días de vacaciones y no les pudimos ver.
No hemos tenido la suerte de que conincidir con un cambio de guardia en Bukingham Palace, pero a cambio había un par de guardias haciendo rondas de su garita a la entrada principal y vuelta a la garita que tenían una pose y un paso de lo más marcial. Tras echarnos unas risas con nuestros amigos de la guardia real y ver el monumento en memoria de la reina Victoria atravesamos Green park para llegar a Picadilly st. y ver el hotel Ritch de Londres, nada del otro mundo, a excepción del hombre que te daba la bienvenida al Casino, una persona dada a su trabajo en cuerpo y alma, hay que verlo para entenderlo. Un poquito más adelante Javi nos ha recomendado la entrada en una exclusivísima tienda de toda clase de productos llamada Fortnum & Mason, toda clase de productos pero solo una clase de precios, el más caro, y para muestra un botón, un fabuloso tarro de mermelada fabricado en Teruel e importado a la mismísima capital del cosmopolitismo por la friolera de 5.80£, casi siete euros, ¡para que luego digan que Teruel no existe!
Este paseo es una buena caminata así que después de pasar por Picadilly circus, que por muy famosa que sea no tiene mucho más que una cantidad ingente de turistas pasando de una acera a otra y que sale en muchas películas, nos hemos dado una vuelta por la zona de los musicales mientras buscábamos un súper para comprar algo de refrigerio y unos snacks para tomarlo sentados en la hierba de Leicester sq.
Después ya quedamos con Fini en su casa, que está en la zona NW2 hasta donde llega la línea gris de metro, pero vaya, está cerrado este fin de semana justo el tramo que nos hace falta a nosotros, pues habrá que apañarse con un autobús. Antes de nada aclarar que en Londres es habitual que cierren líneas completas o partes de éstas para realizar labores de mantenimiento o reparación, y hay que decir que está en muy buen estado. De los cortes y cierres avisan con anterioridad así que es fácil organizarse para llegar de otro modo al destino, o sino siempre se puede coger un autobús que habilitan y hace el mismo trayecto que el metro, parando en las estaciones de éste ultimo si bien no es muy recomendable pues suele tardar más que otro autobús que te deje cerca del lugar al que vayas.
Pues no cortos ni perezosos nos subimos a la planta alta del autobús de la línea 189 y nos ponemos en camino, que bonito es Londres desde un primer piso de altura, pero que incómodo de ver cuando tienes el sol dándote en la cara y asfixiándote... De camino en el bus hemos pasado por Abbey road, que no sólo es un álbum de los Beattles, sino también la calle de Londres en la que tenían sus estudios de grabación y en la que está el famoso paso de cebra de la portada del disco.
Por fin llegamos a nuestro destino, un barrio residencial plagado de preciosas casitas como sacadas de una película, largas hileras solo cortadas por una calle perpendicular o por una mezquita. Pues lo primero que hay que hacer es abastecerse para cenar algo con fundamento y unos espiritosos para acompañar. Con alguna que otra dificultad, debidas a la falta de unos productos en un súper y de otros en otro y a la desfasada tecnología de las tarjetas de crédito españolas, conseguimos por fin llegar a casa de Fini, un ático de lo más guapo y recogido, la casa ideal para una pareja. Por cierto, antes de ir a casa después de pasar por tres tiendas para acabar de hacer la compra repasad que no os falte nada o tendréis que dar un paseo más hasta el súper, eso un día cualquiera puede no se mayor problema pero tras un día de caminata constante puede doler y mucho...
Una rica cena y después una partidita al Partini para amenizar, y tan ameno se nos ha hecho que se nos ha pasado incluso la hora de salir a tomar una cervecilla.
Entonces me quedo a dormir aquí y mañana será otro día.
Después de un par de intentos fallidos de entrar al parlamento para ver las cámaras de debate y todo el lío que se cuece ahí dentro nos hemos dado un paseo hasta Buckingham Palace viendo de pasada la Abadía de Westminster y pasando por St. James's park, en el que dicen que están los cisnes de la reina, de hecho todos los cisnes del Reino Unido son propiedad de la Queen, pero por lo visto les han dado unos días de vacaciones y no les pudimos ver.
Después ya quedamos con Fini en su casa, que está en la zona NW2 hasta donde llega la línea gris de metro, pero vaya, está cerrado este fin de semana justo el tramo que nos hace falta a nosotros, pues habrá que apañarse con un autobús. Antes de nada aclarar que en Londres es habitual que cierren líneas completas o partes de éstas para realizar labores de mantenimiento o reparación, y hay que decir que está en muy buen estado. De los cortes y cierres avisan con anterioridad así que es fácil organizarse para llegar de otro modo al destino, o sino siempre se puede coger un autobús que habilitan y hace el mismo trayecto que el metro, parando en las estaciones de éste ultimo si bien no es muy recomendable pues suele tardar más que otro autobús que te deje cerca del lugar al que vayas.
Pues no cortos ni perezosos nos subimos a la planta alta del autobús de la línea 189 y nos ponemos en camino, que bonito es Londres desde un primer piso de altura, pero que incómodo de ver cuando tienes el sol dándote en la cara y asfixiándote... De camino en el bus hemos pasado por Abbey road, que no sólo es un álbum de los Beattles, sino también la calle de Londres en la que tenían sus estudios de grabación y en la que está el famoso paso de cebra de la portada del disco.
Una rica cena y después una partidita al Partini para amenizar, y tan ameno se nos ha hecho que se nos ha pasado incluso la hora de salir a tomar una cervecilla.
Entonces me quedo a dormir aquí y mañana será otro día.
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